Por último, no sólo hay que prever las acciones a realizar y las personas encargado de su ejecución, sino el tiempo que va a ser necesario para cada una de ellas.
Sin duda, una mala planificación
del tiempo se puede intentar resolver a base de esfuerzo o de dinero, pero, en
cualquier caso, esto alteraría los presupuestos de recursos financieros y de
recursos humanos, pudiendo llegar a resultar el plan de marketing no viable.
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