Los fines son la razón de ser de la empresa y el plan de
marketing está al servicio de éstos. Para alcanzar dichos fines se establecen
las políticas y los objetivos del plan de marketing, que son los fines del
mismo.
Las Políticas: Tienen un carácter
general y cualitativo, y también se les conoce como propósitos, metas o grandes
objetivos. Las políticas son las opciones que adaptamos para solucionar un
problema o para explotar una oportunidad de mercado. Se podrían separar en tres
grandes bloques: de posicionamiento, de ventas
y de rentabilidad. Dependiendo de la política de marketing que se fije,
se adoptarán los canales de distribución, la marca del producto, la publicidad,
la red de ventas, los precios, etc.
Los Objetivos tienen un carácter
concreto y cuantitativo. Las características principales de los objetivos del
plan de marketing son:
Se refieren a un resultado o a una situación que se desea alcanzar. Se
trata de fines concretados para un determinado periodo de tiempo y debidamente
cuantificados. Deben ser precisos y operativos.
Han de ser realistas (posibles de alcanzar) y consistentes (que supongan
un reto, un desafío; en otras palabras, que sean motivadores)
Tienen que estar apoyados desde la Dirección y ser aceptados por todos
los implicados en su consecución.
Deben ser claros, fáciles de entender, de medir y controlar. Así, se fija
un único resultado clave, normalmente en tanto por ciento.
Han de ser flexibles, para que puedan modificarse en el caso de que sean
E
Se tienen que redactar utilizando verbos que indiquen acción y logro; por
ejemplo: alcanzar, conseguir, aumentar, reducir, vender, incrementar,
incorporar, concretar, etc.
El
coste de su implantación debe ser inferior al resultado que se espera lograr con su consecución.
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